jueves, 24 de abril de 2014

M.I.E.R.D.A en Verkami




Mi obra M.I.E.R.D.A : Mientras Intento Escenas y Recuerdos De Amor, está próxima a estrenarse en Barcelona el próximo mes de mayo. Por eso hemos creado una página en  Verkami , una plataforma crowdfunding donde puedes aportar una cantidad de dinero a cambio de premios relacionados con el proyecto.

Tenemos 25 días para conseguir 2.000 euros, para cubrir gastos básicos de producción.

M.I.E.R.D.A : Mientras Intento Escenas y Recuerdos De Amor es la historia de  tres historias, que nos cuentan las vidas de nueve personajes que se encuentran de repente con situaciones que salen de su control. Una reflexión de cómo la vida nos sorprende y con una sonrisa burlona puede destruir nuestro sistema de creencias. Literalmente se nos mueve el suelo y quedamos flotando en un mar de dudas. Ha llegado la hora de caer, levantarse y seguir adelante

El título de la obra reflexiona irónicamente, sobre la analogía amor - mierda, atendiendo a la expresión cotidiana y coloquial en el que solemos decir que estamos tocando fondo. Irse o enviar a otro a la mierda es algo que hacemos cuando ya no podemos más.
Haciendo uso de la tragicomedia, o del dramedy pretendemos colocaros como espectadores en el centro de vuestra propia experiencia, eso que callamos o gritamos, los momentos de tormenta que afortunadamente son pasajeros, las pruebas superadas, los dolores llorados y las alegrías reídas., lo inesperado, el amor y la amistad.
La fragilidad y la necesidad de relacionarnos, de sentirnos queridos, aceptados y comprendidos, de tener un lugar en el mundo
Si quieres apoyarnos y convertirte en mecenas de nuestro proyecto puedes acceder a Nuestra página Verkami ¡Tenemos muchas recompensas chulas para cada aportación! 
A partir de cinco euros puedes ayudarnos a conseguir nuestro objetivo, ¡cada euro cuenta!
¡Muchas Gracias! 


domingo, 6 de abril de 2014

Tolerar para evitar

Tengo días (muchos) queriendo escribir éste post, aunque no encontraba el momento para sentarme a hacerlo. O quizá era una excusa porque me daba miedo escribirlo, así sin más razón.

El hecho es que he estado pensando acerca de la tolerancia, esa capacidad de aceptar que lo que nos es diferente.

Evidentemente ser tolerantes es lo que nos permite vivir en sociedad, aceptar opiniones y puntos de vista distintos a los nuestros, compartir culturas y tradiciones. Aceptar al otro, ser aceptados y aceptarnos nosotros mismos.

Sin embargo creo que muchas veces entendemos la tolerancia como el acto de armarse paciencia para permitir que las cosas sigan pasando, los sistemas sigan andando como mejor pueden sin fastidiarnos mucho la vida ( y si lo hace no enterarnos demasiado) y lo que nos es extraño, de alguna manera pase a ser lo normal.

Soy de Venezuela y vivo en España ( ¿o debería decir en Cataluña?), en ambos países veo cómo la tolerancia más que existir se ha convertido en un escudo usado a conveniencia en contra de las situaciones adversas.  

Es decir, que no somos realmente tolerantes sino que fingimos serlo para no entrar demasiado en temas que causan diatribas. Política, economía, inmigración, etc.

En Venezuela, están viviendo una grave situación de fractura social y la bipolaridad va ganando la partida.: Maduristas contra Caprilistas, Chavistas contra Maduristas, Lopecistas contra Caprilistas y así todas la combinaciones posibles.  Se predica la guerra y la paz como quien pide un vaso de coca cola, hay maldiciones, insultos y por otro lado llamado a la unidad como venezolanos, al diálogo, a disfrutar que un día se puede caminar por las calles de la ciudad porque las estaciones del metro están cerradas por las protestas, mientras lanzan lacrimógenas y encima pendientes de que no te vayan a robar. Pero es cool porque  hay que verle el lado positivo a todo y casi nunca se puede caminar la ciudad.

En España la crisis y los recortes, contra la supuesta generación de empleos, los Catalanes independentistas contra los que no lo son. Los de Madrid odiando a los de Cataluña y viceversa, que no sólo es una rivalidad futbolística. Los del PP y sus leyes que favorecen a los más poderosos y sepultan a los desposeídos contra  los del PSOE refutando cada opinión y medida que el gobierno toma en cualquier ámbito socio político. Mujeres tolerantes que mueren a diario a causa de las golpizas de sus maridos que no lo son tanto. 

Y en ambas orillas las protestas pacíficas que sin saber cómo terminan en violencia:  lacrimógenas, golpes, muertos, heridos, destrucción del inmueble público y privado, acusaciones, cesura, represión. Derecha e Izquierda se toman de la mano y van andando juntas el camino de la opresión ante pueblos tolerantes, que ven cómo el gobierno hace, dice, proclama y difama, en función del bienestar de sus líderes democráticos o dictatoriales, que a éstas alturas parecen ya lo mismo. 

La tolerancia, se ha convertido entonces en un arma de doble filo. Es necesario tolerar, por supuesto, pero creo que últimamente toleramos para no opinar. Toleramos para que vean que somos una "buena" persona. Toleramos porque nos gusta que nos vean como una persona muy equilibrada y sobretodo toleramos porque tenemos miedo a enfrentar al monstruo, a las consecuencias, al rechazo, al sufrimiento. Toleramos para salvarnos, para creernos mejores, para que nos toleren. Toleramos porque posicionarse ante un hecho luego puede significar un pase de factura y no estamos dispuestos, salvo excepciones, a pagarla. Y toleramos porque vemos que quienes no han tolerado, generalmente terminan mal.

Yo quisiera que aprendiéramos a tolerar de verdad  y eso significa que en algún momento tenemos que ser intolerantes, porque hay demasiada injusticia, demasiado abuso de poder, demasiada desigualdad en el mundo como para ser tolerada. 

Yo quisiera por ejemplo que toleráramos las preferencias sexuales, la forma de vestir, las opiniones bien sustentadas, las decisiones personales, las costumbres culturales, el color de la piel. En lugar de tolerar el desagravio, la violencia, la censura, la corrupción, el maltrato, la humillación, la injusticia, la avaricia. 

Quizá ésta clase de división resulte absurdo para quienes piensan que si somos tolerantes, hay que serlo ante todos los aspectos del mundo, los buenos y los malos, como dijo Gandhi   "Tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio" 

Bueno yo no soy Gandhi, ni quiero serlo. Y hay cosas que prefiero no tolerar porque siento que si acepto lo que va mal, si acepto a una sola persona que haga daño a otra en beneficio propio, dejo de ser humana.

Quiero usar la tolerancia como una salida y no como un escudo para no ver que el mundo no es un lugar tan bonito. Me declaro intolerante ante cualquier tipo de injusticia,  porque considero que es una de las pocas maneras de luchar contra ella. 

Nathalia Paolini













martes, 11 de marzo de 2014

Profesión y Vocación

El mundo artístico y especialmente el teatro, adolece en muchos casos de una visión "profesional" de nuestra labor. Me explico. Somos profesionales pero en la gran mayoría de los casos, pareciera que hacemos lo que hacemos por pura diversión. Que el hecho de que hagamos lo que amamos hacer es sinónimo que nos lo estamos pasando bomba y entonces el dinero no viene a cuento.

Frecuentemente nos pasa  que al preguntarnos y contestar sobre nuestra forma de "ganarnos la vida" nuestro interlocutor se quede con la duda sobre qué es lo que verdaderamente hacemos, algo como:

-¿Y tú que haces?
- Soy actriz (músico/escritor/actor/cantante/ balilarina/ etc) 
- Mmmm. ¿Y dónde trabajas? 

"¿Donde trabajas?" es como para que le digas quizá: "en tal sitio" y eso les hace suponer que si alguien te ha contratado pues entonces lo que haces servirá de algo. Mientras si contestas "aquí y allá" pierden el interés al segundo y si pudieran volverían a preguntarte qué  haces para "ganarte la vida". Porque sencillamente ir de un lugar a otro, sin tener un jefe o una nómina no parece que sea un "trabajo serio" con el cual puedas mantenerte.

Y a veces tienen razón.

Entonces me pongo a pensar que tan en serio tomamos nosotros, los artistas, nuestra profesión. Salvo aquellos que ya han consagrado una carrera artística profesional, los que nos dedicamos a ésto usualmente luchamos con la diatriba de seguir haciéndolo, asumiendo que es un camino lleno de sacrificios, fracasos, inestabilidad económica, desilusiones, alegría, pasión, algunos éxitos, perseverancia, entusiasmo, creatividad. O por el contrario tirar la toalla y buscarnos un trabajo "normal" que nos haga sentir una mínima seguridad financiera. 

Entonces pasamos a ser camareros, dependientes, cocineros, profesores, bar tenders, lavaplatos, asistentes, comerciales, vendedores, etc. que además hacen teatro, música, escriben o bailan. Es decir, asumimos una profesión que nada tiene que ver con nosotros pero que en vista de las circunstancias y gracias al dinero (el único dios verdadero) tenemos que aceptar y comérnosla con patatas para que no nos sepa tan mal.

Entonces, lo que se supone que debe ser nuestra actividad principal, pasa a ser la secundaria. Y terminamos haciendo de nuestra verdadera profesión un hobbie.

He aquí que cuando alguien nos pregunte: ¿Y tú que haces?, nosotros le responderemos "Soy comercial de Endesa" por ejemplo. Y nuestro interlocutor se quedará satisfecho porque le hemos puesto cara "respetable" a nuestra manera de "ganarnos la vida". Mientras nuestra verdadera vocación termina escondida y al cabo de algún tiempo, cuando invitemos a esa persona a una representación dirá "Ah! también actúas/bailas/ cantas/ escribes" "eres tod@ una artista"

Y sonreiremos, porque queda mejor que darle un puñetazo en la cara.

Profesión vs. vocación. Pocos se atreven a dar el salto, a asumir los retos que supone defender a capa y espada eso que sabes hacer mejor. Miles de obstáculos se ponen en nuestro camino: dinero, familia, cubrir necesidades básicas, falta de un apoyo que nos permita olvidar la cuenta del alquiler, o el mercado del mes en curso.

Profesión vs. profesionalidad, entendida ésta última como el ejercicio de una actividad. En el caso del arte la frontera se expande y se contrae: ¿elegir hacer una actividad distinta a nuestra profesión,que nos permita ganar dinero, nos hace menos profesionales? ¿Elegir hacer actividades relacionadas con nuestra profesión pero no "ganarnos la vida",  con eso nos hace más profesionales?

¿Y que tal llevar a cabo nuestra profesión y hacer posible que podamos ganar dinero con ella?.¿Sería una idea muy alocada? ¿Estaríamos jugando con fuego? ¿Porqué no podemos creer que es posible?

Yo tengo muchos años haciendo lo que hago: he sido actriz, directora, he dado clases, me he aventurado a escribir y a aprender cosas que pueda relacionar con lo que considero mi profesión, para seguir abriendo caminos y posibilidades para "ganarme la vida". Podría decirse que he tenido suerte. Aunque la mayoría de las veces no tengo un duro. 

Puede que sea por eso que el querer hacer de mi profesión mi principal actividad económica no me parece una idea descabellada. Es un proceso que cuesta más que en otras profesiones, seguro que sí. Sin embargo, tengo la vida por delante y lo seguiré intentando, aprendiendo, cometiendo errores y rectificando. Seguiré luchando contra el desánimo y la cuenta bancaria que me dice que consiga un trabajo de lo que sea, pero ya.

Quizá sea un acto suicida. Pero como decía Kurt Cobain " Es mejor quemarse que apagarse lentamente"

Yo sigo aquí. Y estaría felíz si alguno de ustedes, amigos artistas, se unieran a ésta idea.

Y dejar de jugar a ser aquello que nos mandan. 

Poder ser libres de ser lo que somos,

 y sentirnos orgullosos de ello.

Nathalia Paolini



Imagen de la película "La camarera" de Adrienne Shelly (2007) 
No tiene nada que ver el argumento pero me pareció divertida:
 una actriz interpretando una camarera, pero en el cine ¡como debería ser!
(ahora también quiero ver la película)

sábado, 8 de marzo de 2014

Teatro para la vida

 Teatro para la vida

S.O.S


La violencia y la tolerancia habitan dentro de mí.

No soy sólo violencia y no puedo tolerarlo todo. 

La tristeza y la alegría habitan dentro de mí 

Puedo estar triste y tener momentos alegres o viceversa. 

Puedo no entender lo que me dices, no estar de acuerdo en tu forma de pensar y de actuar.

 A veces no quiero saber nada de ti, a veces te odio y no te soporto. 

Seguro a ti te pasa lo mismo conmigo. 

Y sin embargo nacimos en la misma tierra. 

Aunque ahora parece que nunca fue la misma.

Y Quizá nunca lo será. 

Me gustaría pensar que podemos encontrarnos en la vida, 

respetarnos
 vernos
 escucharnos.

Al fin y al cabo, una vez muertos 

seremos exactamente iguales.




Hoy es 8 de Marzo del 2014

Millones de niñas aún no pueden ir a la escuela
Las mujeres siguen siendo lapidadas 
Las mujeres son acusadas de su propia violación

Las mujeres siguen muriendo por la violencia de género
Las niñas son obligadas a casarse 
Las mujeres siguen estando en desventaja laboral y salarial
Las mujeres siguen siendo vilipendiadas por elegir trabajo y no familia
Las mujeres que quieren ser madres y tener familia son acusadas de "mujer florero"
Las mujeres que quieren tener profesión y familia tienen una sobrecarga de trabajo que ningún hombre soportaría. Tienen que demostrar que si pueden.
El cuerpo femenino sigue siendo el principal motor de venta de cualquier producto, es tratado como un objeto
El cuerpo femenino sigue siendo sinónimo de debilidad: como si tener senos y no tener testículos, las hace ser menos fuertes.
Las mujeres son llamadas asesinas por decidir practicarse un aborto
Se sigue practicando la mutilación genital (ablación)
Las prostitutas siguen siendo delincuentes
Las lesbianas siguen siendo "marimachos"
Las mujeres que no desean casarse siguen siendo "solteronas"
Las mujeres que disfrutan su sexualidad aún las llaman putas

Me parece que aún queda mucho por hacer. Toma éste día como reflexión y no como evasión.



Nathalia Paolini



Foto Ani Mendez 

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