
Hoy estoy cumpliendo dos años de haber llegado a la hermosa Barcelona. A veces me parece un tiempo muy corto, otras me parece que ha pasado una eternidad.
El hecho es que la vida me ha regalado una ciudad que me recibió con toda su amplitud y generosidad, su sol, su mar, sus multiculturalidad, sus infinitas opciones.
También con gente mágica que me ha hecho sentir siempre bienvenida, gente que se ha sumado a mi invaluable cuadro de amigos y afectos queridos. Me siento afortunada ¡tengo amigos intercontinentales!
Pasa el tiempo. Quien sabe lo que vendrá, pero el vivir la vida que he elegido, con sus aciertos y errores, con momentos alegres y tristes, con la nostalgia que a veces llega, con la certeza que no se marcha, con la angustia de lo incierto y con la emoción de lo posible, hace que estos dos años estén llenos de experiencias y me ayuda a confiar en que lo que viene, quizá no sea fácil, pero será mejor.
Gracias Barcelona, tu si que eres poderosa.