Dicen
que el dinero no da la felicidad, y puede que tengan razón. La gente sin dinero
se queja todo el rato de las cosas que no puede hacer o tener. Su estilo de
vida simple, sencillo y con tendencia a la supervivencia los deprime y los
reputea. Quieren tener dinero para estar cómodos.
Pero,
que significa tener un estilo de vida “cómodo”. Tú dirás, bueno, lo que ya
sabemos: disfrutar de estabilidad
económica, que te permita hacer lo que quieres, tomar vacaciones dos veces al
año con viaje incluido, comprar cosas que te gustan, ser próspero y abundante.
Se sabe si una persona tiene más o menos una
cierta estabilidad, o mucha, no por el lugar donde vive, o los coches que tiene
o la ropa que usa. La verdadera abundancia se mide en la despensa y en la
nevera: cuando abres una despensa y ves millones de enlatados de todo tipo para escoger lo que te
apetezca. O una nevera atiborrada de productos vegetales y animales como para
una familia de 10.
Cuando
tienes la oportunidad de comer lo que te provoca justo en el momento porque de
todo hay, eres una persona económicamente “estable”. Porque la comida es lo
único que no se compra a crédito.
Sin
embargo, la posibilidad de tener mucho de donde escoger supone vivir en una
constante toma de decisiones traslada ahora al campo gastronómico:
“¿Quieres,
queso gouda, emmental, azul, de cabra, de búfala, fresco, batido, ligth o madurado?
¿Quieres
té verde, rojo, blanco, azul, adelgazante, relajante, antioxidante, rooibos,
con caramelo, earl grey, manzanilla, limón, anís, con especies, menta,
chocolate, exótico o cásico?
¿Y el café? ¿normal, descafeinado, expreso, delizzioso, lungo, ristretto,
livanto, roma, arpeggio, volutto, cossi,
capriccio, de India, de Colombia, de
Brasil?
¿Con leche desnatada, semi desnatada, sin lactosa, con calcio, de soja,
se soja con calcio, de almendras, de avena, entera, entera con calcio o sin
lactosa?
¿Quieres
comer carne de cerdo, pavo, pollo, conejo, pato, caballo, vaca, toro, ternera,
cordero, de caza o pescado?, ¿mariscos o
moluscos?
¿Prefieres
el arroz blanco normal, basmati o integral?
¿De cocción rápida o tradicional?
La
pasta: ¿te apetece raviolis, tortellinis ñoquis, tallarines, macarrones,
caracoles, hélices, spaguettis, lasagna?, ¿normales o con sabores? Con salsa:
napolitana, matricciana, putanesca, roquefort, campestre, de tomate?
¿Que deseas beber? Cocacola, cocacola, ligth, cocacola
zero, fanta limón, fanta naranja, sprite, Pepsi, Pepsi light?.
¿Y el vino?,
¿blanco, tinto, rojo, rosado?
¿Yogurt normal, con frutas, desnatado, semi desnatado, de
soja, con probióticos, natural, azucarado, light?”
Vivir
en la toma diaria de decisiones acerca de lo que vas a comer aparte de las
decisiones diarias inherentes a la vida: trabajo, hogar, amigos, estudios,
proyectos, planes, libros, películas. Para terminar comiendo en la calle porque
no tienes tiempo de cocinar.
Si
no tienes eso, no tienes un estilo de vida “cómodo”. Eres alguien que come lo
que haya, lo que pudiste comprar ese mes, que muchas veces no es lo que
verdaderamente deseas. En tu despensa
hay lo suficiente para llegar al próximo mes o incluso menos y debes comprar
siempre algo entremedio. Quizás eso te haga gastar más. Pero vas comprando a
medida que vas teniendo dinero para hacerlo.
O
sea eres una persona que no tiene un estilo de vida “cómodo”. Pero tampoco
tienes que pasarte la vida pensando qué clase de café debes tomarte hoy.
También
puede que no tengas nada en la nevera, o lo más básico. Ahí sí que la cosa
puede tener dos opciones: o no tienes dinero para comprar nada, o tienes tanto
dinero que no necesitas comprar nada para comer porque todo lo comes fuera.
Un
dicho dice: “eres lo que comes”, yo agrego “Comes como vives”